domingo, 10 de febrero de 2013

Sobre la conciencia

"El problema duro de la conciencia" en la meditación


Desde el día 21  de agosto he estado sola. He limitado mis relaciones sociales expresamente, aunque no tanto como hubiera gustado, y me he dedicado a la práctica de la observación en mi vida diaria. Hacía mucho que deseaba estar sola, sin nada que hacer, y sin ninguna responsabilidad ni para hoy ni para mañana. Una oportunidad así no se presenta muchas veces y aprecio enormemente que la vida me ponga en una situación parecida.  Si nuestras capacidades sociales son enormes y no nos cansamos a lo largo de toda nuestra vida de profundizar en ellas, de desear relacionarnos y de disfrutar haciéndolo, ¿porqué rechazar la capacidad de auto observación, la cual es también una característica de nuestra especie? Si en todo parece existir su opuesto, aunque esto sea mera ilusión, ¿por qué no balancearnos a ambos lados de la raya?


Hace mucho tiempo que me interesa el tema de la “conciencia”, esto es así desde que empecé a meditar y de hecho, si empiezas en la práctica de la meditación de una maner,a constante y a leer libros sobre este sujeto, tarde o temprano llegarás como se denomina en neurociencia  a “el problema difícil de la conciencia” el cual consiste para los científicos básicamente, en saber en qué parte de nuestro cerebro se encuentra ésta, para que sirve y porque la tenemos.  Este tema es fascinante y los seres humanos creemos que somos diferentes y mejores que otras especies por poseerla, (aunque delfines, chimpancés y elefantes entre otros animales también tienen esta cualidad)
Es gracias a la conciencia que me reconozco como un ser humano y a los demás en tanto que a semejantes. La conciencia es la base de la creación del “yo” y del “tú”. Y en esta separación puedes encontrar el origen de todos nuestros males y padecimientos. Para mí la conciencia más que una virtud como la presuponemos es una aberración de la mente humana, un defecto,  una desviación genética de la naturaleza, algo que muestra  que hemos evolucionado erróneamente, o directamente algo que nos indica que no pertenecemos a este mundo. Pero no deja de ser increíble que poseamos  un órgano como el cerebro capaz de investigarse a sí mismo, que puede escribir sobre sí mismo y que es capaz de reconocerse como algo independiente de todo lo demás.

Hay cientos de teorías provenientes del ámbito de la filosofía, de la sicología, neurociencia, parapsicología, religiones y movimientos espirituales para explicar el “problema difícil de la conciencia”, pero lo más interesante y ¡también divertido! es investigar todo esto por ti mismo. Para ello, necesitas entrenar tu mente en la contemplación y en la meditación, y tener mucha paciencia.
 Existen gran cantidad de libros escritos sobre este tema, pero a mí los que más me interesan son los que indagan en la conciencia a través de la meditación. La neurociencia y la práctica del budismo tienen muchos puntos en común, de hecho la neurociencia investiga desde hace años las mentes de los grandes meditadores, entre ellos el Dalai Lama que también asiste y participa en conferencias dónde se debate acerca de cómo la práctica de la meditación puede modificar nuestro compartimientos y hacernos más compasivos. Tanto para la neurociencia como para el budismo, la construcción del “yo” es una ficción. En el budismo es un tema candente este de la conciencia por varios  motivos. Una de las enseñanzas fundamentales del budismo y otras religiones o filosofías orientales como el Tao, es el aprendizaje del no-yo. En el budismo se insiste en la no existencia de un yo inmutable y permanente separado de todo lo demás. La creencia que tengo de mi mismo y de lo que soy es vista por el  budismo como una ilusión, una falsa creencia de la mente y por supuesto, el origen de todo sufrimiento. La idea del yo conduce al apego y al deseo de posesión. Y un objetivo de la meditación es observar todo esto,  cómo surgen y desaparecen  sensaciones, emociones y pensamientos, ver como vienen y devienen sin cesar y como la suma de todo ello somos “nosotros”. Y hasta ahí la cosa es fácil de entender, pero el problema no tarde en surgir y no hay charla con un maestro de meditación, dónde no aparezca siempre la misma cuestión: ¿Entonces quién es quien observa mientras medito si no existe un “yo”? En la neurociencia existe un vacío explicativo entre las funciones objetivas que se producen en el cerebro (conexión de redes neuronales, neurotransmisores, partes del cerebro activas) y nuestra experiencia subjetiva (como interpreto el mundo, y lo que creo ser).  En estados de meditación profunda dónde ya no existen pensamientos, ni emociones ni imágenes, sólo percepciones “tú” desapareces llegando al estado de vacuidad. No hay nunca que pretender alcanzar esto, ni nada sobre lo que leas como la iluminación el nirvana ni ningún otro estado de la mente indefinido, creo que con observar sin juzgar lo que ocurre es suficiente para llegar a comprender. Todo lo que viene después es un tanto inexplicable  en el sentido literal de la palabra porque además no tiene importancia.

Observar el comportamiento de tu mente (¡pero quien es quien observa carajo!)  es divertido y lo puedes hacer en cualquier lugar y en cualquier momento, y constituye la más profunda investigación del cerebro humano que se puede hacer. Puedes saber mucho más de psicología observando tu cerebro durante unos meses, que en cinco años de carrera. Y lo bueno de los seres humanos, es que nuestro comportamiento es tan similar de unos a otros, que en todos los casos y en todas las excepciones, puedes extrapolar todo lo que veas en tu práctica al resto de la gente. Todo lo que siente una persona por muy extraño y perturbador que parezca ya lo han sentido antes cientos de miles de millones de seres humanos.
La conciencia sólo sirve para ponernos límites, no nos ayuda a ser más felices, nos separa de los demás y nos lleva a falsas creencias que nos hacen sufrir. Es porque poseemos conciencia que podemos llegar a pensar: “esto que me pasa no es normal” “nadie me entiende” “soy diferente” “estoy solo” “esto que siento nunca acabará” Se han abandonado prácticamente las teorías que dicen que la hemos desarrollado  por una cuestión de supervivencia. Es evidente. Veo un documental sobre animales y me resisto a creer que nosotros seamos más inteligentes que ellos. Veo como los ñus de la sabana africana, cada año en el mismo mes, comienzan su periodo migratorio que durará varios meses más en busca de “pastos más fértiles”. Te explican como llevan a cabo este proceso en grupo y como avanzan a pesar de los peligros, pues el instinto de supervivencia y el cobijo de la manda es más fuerte que el temor. ¿Porqué esos animales saben lo que tienen que hacer para sobrevivir y yo con mi “fabulosa” inteligencia humana ¿no lo sé?
Es gracias a que poseo conciencia que puedo escribir aquí sobre ella, pero francamente, si pudiera elegir entre escribir este post o saber hacía que pastos más fértiles debo dirigirme ahora, preferiría esto último. En el budismo se entiende que los renacimientos en animales son nacimientos inferiores y que sólo se puede llegar a la iluminación siendo un ser humano consciente. Difícil creer esto. Para mí los animales son seres muchos más “puros” que la especie a la que yo pertenezco, y a veces bromeo diciendo: ‘”por favor, en mi siguiente "renacimiento", lo que sea menos volver a ser un ser humano. Incluso una piedra del río sería mucho mejor que volver  a tener esta forma, que volver a ser un ser consciente, separado de mis semejantes.
¿Quién observa? Cuando intentas responder a esta cuestión siempre aparece estorbando la visión dualista del hombre: mente y cuerpo, cuerpo y espíritu, el alma y la materia. Todas las personas percibimos, creemos o sentimos de alguna manera e independientemente de nuestras creencias, que somos más que un cuerpo físico. Ninguno de nosotros sabría decir porqué, aunque si eres una persona religiosa, probablemente te agarres a alguna de las enseñanzas de tu religión para explicarlo.  Pero los que no lo somos estamos... jodidos,   creo que soy más que los átomos que me constituyen, pero no sabría decir porqué…
 He leído que hay investigaciones de personas que por determinados daños cerebrales han perdido la capacidad de concebir el mundo como dual (izquierda, derecha, bueno, malo, arriba y abajo) por lo tanto cabe esperar, como dice el budismo que la realidad es sólo una y que es nuestra mente quien la divide. Entender esto puede ser complicadísimo es difícil de explicar  a través de nuestro lenguaje y sólo se puede llegar a percibir verdaderamente en  la práctica de la observación. Tú no eres más que una serie de agregados te dirán los budista: Un montón de partes que juntas son interpretadas por un nuestro cerebro como algo continuo y permanente. Y sin embargo la idea de que yo soy una cosa y mis pensamientos y mi cuerpo otra parece  real, imposible de creer que cuando muera lo que yo creo que soy desaparezca por completo, ¿morirá quien observa cuando mi cuerpo se apague?
Es una característica de la conciencia humana el hacernos creer que lo que sentimos y experimentamos es único y que nadie lo ha sentido nunca así y esto es dramático.
Hay que observar esto. Debemos observar nuestros cerebros, nuestros procesos mentales mientras estos ocurren, no frenarlos ni reprimirlos, ni mucho menos evadirlos porque nos asusten. No debemos huir, ni entretenernos.Hay que observar que ocurre en tu cuerpo cuando respiras, cuando te emocionas, después de hablar con una determinada persona. Observa que te pide tu cerebro para comer, observa cuando aparece el miedo y percibe como se va. Pero observar no es sicoanalizarte, no es querer dar una respuesta a cosas que no entiendes  ti. No es rebuscar en traumas, ni explicaciones.No existe discurso en la observación, ni juicios acerca de lo que ves. Pero a medida que avanzas en esta práctica tu comportamiento se modifica, sin darte cuenta y vas dejando de creer que esta tristeza, este miedo o esta alegría “soy yo”. Podría hablar de tantos procesos mentales que he visto aparecer y desaparecer en estos días, procesos mentales repitiéndose una y otra vez, emociones opuestas en pocas horas. Y como acabas por sentirte bien con todo ello. Como tu mente empieza a entender el proceso de causas y consecuencias, de acción y reacción. Cada día de tu vida puedes sentarte y dedicar 15 minutos a ver que te ocurre porque creedme, siempre te ocurre algo que no has visto. Levantarte y meditar antes de empezar a hacer todo lo demás, es lo mejor que puedes hacer para saber qué clase de día tendrás. Te sorprenderá ver de qué manera tu mente puede estar ya alterada desde primera hora de la mañana. Puede estarlo tanto, que rechace la idea de pararse a verlo, entonces te sentarás a observar y a los tres minutos te levantarás. Pero eso es suficiente. Podrás medir tus reacciones ese día y ser ecuánime con ellas.
Porque no sentirte bien es malo, pero no saber que te sientes así, es mucho peor.
Y cuando te levantes y antes de empezar a hacer todo lo demás, puedas observar tu mente durante 30 minutos y veas tranquilidad, te sentirás tan bien conociendo el estado de tu mente, que eso es lo que querrás dar a toda la gente que pase por tu camino ese día.

Porque vivir es maravilloso, pero saber que vives, es mucho mejor.
Y para algo teníamos que ser seres conscientes.



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Mis experiecias en la meditación:

10 días de silencio
http://quehagoaquienelmundo.blogspot.com.es/2013/01/10-dias-de-retiro-entre-la-luz-y-las.html

15 días  en un moasterio budista
 http://quehagoaquienperu.blogspot.com.es/2012/06/vivir-en-un-monasterio-budista.html

Que es meditar y que no
 http://quehagoaquienperu.blogspot.com.es/2012/05/que-es-meditar-y-que-no.html

Artículos sobre la conciencia:

http://www.dailymotion.com/video/xbsw8d_meditacion-y-aprendizaje-richard-da_school

http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1198229453310080172#template

http://pacotraver.wordpress.com/2010/03/24/el-problema-dificil-de-la-conciencia/

http://www.mindfulness-salud.org/novedades/richard-davidson-crea-el-centro-para-la-investigacion-de-mentes-saludables/

2 comentarios:

  1. Me lo he leído todo, y me vienen millones de ideas inconexas que no sé plasmar en forma de comentario. Volveré a leerlo otro día, porque aquí hay mucho que digerir.
    Un beso.

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  2. Muchas gracias por tus comentarios,
    estos dos últimos artículos no los he escrito ahora en realidad, si no hace meses y los tenía colgados en mi otro blog que empecé hace un par de años que se llama "Qué hago aquí en Perú". He trasladado o borrado las cosas que no tenían que ver con Perú para seguir escribiéndo de ese país porque la gente que se mete en él busca información basicamente de Perú! por eso empecé con este otro blog para dar cabida a estas reflexiones y problemas...

    gracias de neuvo por tu interés!

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